Hay dos tipos de eslam, el Pequeño Eslam o marcas al nivel 6
(6♣,6♦,6♥,6♠
y 6ST) y el Gran Eslam o marcas al nivel 7 (7♣,7♦,7♥,7♠
y 7ST). Es importante pedir y conseguir estos contratos ya
que tienen suculentos premios.
Pequeño Eslam:
500 puntos no vulnerable
750 puntos vulnerable
Gran Eslam:
1000 puntos no vulnerable
1500 puntos vulnerable
El problema es que si pedimos un eslam y vamos down nos perdemos
los puntos que habríamos sacado con una manga, o los que habríamos hecho con un
Pequeño Eslam si pedimos el grande y hacemos 6 bazas. Se acostumbra a decir que hay que
pedir el Pequeño Eslam cuando tenemos una posibilidad entre dos (50%)
de conseguirlo o para el Gran Eslam si tenemos dos posibilidades entre
tres (60-65%).
La fuerza mínima del campo necesaria para pedir
un eslam es:
Pequeño Eslam:
33 PHLD a palo
33 PHL a ST
Gran Eslam:
37 PHLD a palo
37 PHL a ST
Pero esta fuerza no es suficiente. En un Pequeño
Eslam tenemos que hacer 12 bazas, es decir, solamente podemos perder
una. Hay pues que estar seguros que no perderemos dos bazas directas en un solo palo,
o que no perderemos dos Ases, o que no perderemos dos bazas en el palo de triunfo.
En un Gran Eslam no podemos perder ninguna baza y por esto necesitamos
tener los 4 Ases (o a palo un fallo que nos sirva) y AKQ de triunfo
(con 10 o más cartas de triunfo tendremos bastante con AK).
En la subasta, una vez sabemos que tenemos la fuerza necesaria
para jugar un eslam, habrá que descubrir si perderemos una o dos bazas
seguras. Con este fin utilizaremos dos convenciones muy precisas, los
Controles y la convención Blackwood.