El objetivo de la subasta es encontrar el mejor contrato que se
puede jugar, tal como haríamos si pudiésemos ver las dos manos del campo.
Por ejemplo con las manos en Norte y Sur
Norte
♠ K Q 6 2
♥ Q 10 8 7
♦ 9
♣ 6 5 3 2
Sur
♠ A J 4 3
♥ K J 9 5 3 2
♦ 5
♣ A K
es evidente que queremos jugar a triunfo ♥,
el palo en el que tenemos más cartas. También es evidente
que no queremos jugar a ST ya que los contrarios (llamados defensa o flanco)
nos ganarán todas las bazas a ♦
sin que lo podamos evitar si salen en este palo (a triunfo solamente ganarán una baza en el palo ya
que las siguientes las podremos fallar).
Un poco más difícil es saber a que nivel queremos
jugar. La respuesta es 4♥,
primer nivel de manga en este triunfo. ¿Por qué 4♥
y no 5♥ si parece que sólo
perderemos dos bazas, un ♦ y el As
de ♥? La respuesta está
en los puntos que nos darán si realizamos los contratos. Subastar 4♥
y hacer una baza de más (11 bazas) vale lo mismo que subastar 5♥
y hacerlo exacto (11 bazas). Por tanto no vale la pena arriesgarse a ganar
sólo 10 bazas y apuntar una multa.
Hasta aquí muy bien, pero el problema es que
los jugadores sólo ven su mano y la única manera
de saber cosas de la mano del otro es a través de
las voces legales. Entonces hay que codificar estas voces para pasar la información
necesaria al compañero y poder decidir el mejor contrato.
La información que transmitiremos al compañero será de
dos tipos:
- La distribución
- La fuerza